Jesucristo fue escogido para ser nuestro Salvador. Su expiación hace posible que nosotros resucitemos, nos arrepintamos y seamos perdonados para poder regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial. Además de salvarnos de nuestros pecados, el Salvador también nos ofrece paz y fortaleza en épocas de tribulación. Él es el ejemplo perfecto para nosotros y Sus enseñanzas son el fundamento de la felicidad en esta vida y en la vida eterna en el mundo venidero.
Enseñar a la manera del Salvador
El Señor invitó a las personas a actuar con fe y a vivir las verdades que Él enseñó. Buscó maneras de que aprendieran por medio de experiencias poderosas. ¿Qué puede hacer para ayudar a los jóvenes a ver la importancia de que Jesucristo sea parte de la vida de ellos?
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